El ajo encurtido fermentado es una alternativa saludable y deliciosa para conservar el ajo, sin necesidad de vinagre. A través de la fermentación natural, se desarrolla un sabor único que no solo enriquece tus platillos, sino que también aporta beneficios probióticos. A continuación te mostraremos paso a paso como realizar este proceso.

Ingredientes

  • 1 taza de dientes de ajo pelados (aproximadamente 2 cabezas de ajo)
  • 2 tazas de agua sin cloro
  • 1 cucharada de sal marina no yodada
  • 1 hoja de laurel (opcional)
  • 1/2 cucharadita de granos de pimienta negra (opcional)
  • 1/2 cucharadita de semillas de mostaza (opcional)

Instrucciones

  1. Preparación de los frascos: Esteriliza un frasco de vidrio con tapa hermética sumergiéndolo en agua hirviendo durante 10 minutos. Déjalo secar completamente.
  2. Preparación del ajo: Pela los dientes de ajo y colócalos en el frasco esterilizado. Si deseas añadir la hoja de laurel, los granos de pimienta negra o las semillas de mostaza, agréguelos ahora.
  3. Preparación de la salmuera: Disuelve la sal marina en las 2 tazas de agua sin cloro. Es importante que el agua no contenga cloro para no interferir con el proceso de fermentación.
  4. Envasado: Vierte la salmuera sobre los ajos en el frasco, asegurándote de que todos los dientes queden completamente sumergidos. Puedes usar un peso de fermentación o una hoja de repollo limpia para mantener los ajos bajo la salmuera y evitar el contacto con el aire.
  5. Fermentación: Cubre el frasco con su tapa, pero no la cierres completamente para permitir que los gases de la fermentación se liberen. Deja el frasco a temperatura ambiente, en un lugar oscuro, durante 1 a 2 semanas.
  6. Revisión y almacenamiento: Después de una semana, revisa el ajo. Deberías notar burbujeo y un aroma ligeramente ácido. Prueba un diente de ajo para comprobar el sabor. Si está a tu gusto, transfiere el frasco al refrigerador para detener la fermentación. Si prefieres un sabor más intenso, deja fermentar unos días más.

Tips y Trucos

  • Control del proceso de fermentación: Si el lugar donde dejas el frasco es muy cálido, revisa el ajo con más frecuencia, ya que la fermentación puede ser más rápida.
  • Uso de agua filtrada: Asegúrate de que el agua utilizada no contenga cloro, ya que este puede inhibir el crecimiento de las bacterias beneficiosas necesarias para la fermentación.
  • Evita el contacto con metales: Usa utensilios de madera o plástico para manipular el ajo durante la fermentación, ya que el metal puede reaccionar con la salmuera.

El ajo encurtido fermentado sin vinagre es una opción nutritiva y llena de sabor para acompañar tus comidas. Esta receta no solo conserva el ajo, sino que también te permite disfrutar de los beneficios probióticos de la fermentación natural. Prepáralo y dale a tus platillos un toque especial.