Deléitate con el Clásico Pudim de Leite Condensado Brasileño al Horno

El pudim de leite condensado es un clásico de las sobremesas brasileñas, suave, brillante y con ese caramelo que hace suspirar. Se prepara al horno, en baño María, dentro de una forma de pudim con tubo. Su secreto está en la paciencia y en batir lo justo para lograr una textura sedosa.

Ingredientes

• Azúcar refinado: 1 taza
• Agua: 2 cda
• Leite condensado: 400 g
• Leite integral: 500 ml
• Huevos: 4
• Extracto de vainilla: 1 cdta
• Sal fina: 1 pizca

Utensilios

• Forma de pudim con tubo central
• Cacerola para el caramelo
• Licuadora o batidor de mano
• Fuente amplia para el baño María
• Colador fino
• Cuchillo delgado o espátula

Preparación

1. Haz el caramelo: Coloca el azúcar con el agua en una cacerola y calienta a fuego medio sin revolver hasta que tome un color ámbar uniforme. Retira del fuego con cuidado.
2. Acaramela el molde: Vierte el caramelo en la forma de pudim y gira para cubrir base y paredes de manera pareja. Deja que se enfríe.
3. Mezcla la base: Bate el leite condensado con el leite integral, los huevos, la vainilla y la sal hasta integrar, evitando incorporar demasiada espuma.
4. Cuela y vierte: Pasa la mezcla por un colador fino y llena el molde acaramelado, procurando no formar burbujas en la superficie.
5. Arma el baño María: Coloca el molde en una fuente, agrega agua caliente alrededor hasta cubrir parte de los laterales y cubre la forma con papel aluminio ajustado.
6. Hornea con calma: Lleva al horno a temperatura media hasta que los bordes estén firmes y el centro conserve un leve temblor al mover suavemente.
7. Deja enfriar bien: Retira del horno, quita el papel y deja templar. Luego refrigera hasta que esté frío y completamente asentado.
8. Desmolda con cuidado: Despega los bordes con un cuchillo, calienta apenas la base y vuelca sobre un plato con borde para recoger todo el caramelo.

Tips para mejorar la receta

• Para un caramelo liso, humedece el azúcar al inicio y evita revolver cuando empiece a fundirse; mueve solo la cacerola.
• No batas en exceso; menos aire significa una superficie sin poros y rebanadas más cremosas.
• El baño María debe llevar agua caliente estable y la forma bien cubierta con papel aluminio para una cocción pareja.
• Usa una forma de pudim metálica; conduce mejor el calor que el vidrio y desmolda más fácil.
• Siempre cuela la mezcla; el colador elimina hebras de huevo y garantiza una textura sedosa.

Cómo servir y acompañar

Sirve el pudim bien frío, desmoldado sobre un plato hondo para recoger el caramelo. Corta en rebanadas limpias con cuchillo húmedo y acompaña con café coado o un espresso corto. En Brasil se disfruta después del almuerzo, como postre casero que reúne a la familia.

Preguntas frecuentes

¿Cómo evitar que el caramelo se cristalice?

Usa una cacerola limpia y mezcla el azúcar con un poco de agua para humedecerlo al inicio. Luego deja que se derrita sin revolver, solo moviendo la cacerola suavemente. Si quieres más seguridad, añade unas gotas de limón. Busca un color ámbar brillante, nunca demasiado oscuro.

¿Puedo hacer el pudim sin baño María?

No es recomendable. El baño María regula el calor y evita que la mezcla hierva, lo que causaría poros y textura de omelet. Sin él, el borde se seca y el centro queda crudo. Un agua caliente constante entrega una cocción pareja y un pudim suave y liso.

¿Es necesario usar licuadora?

No. Puedes batir con varilla de mano hasta integrar, sin incorporar demasiado aire. La licuadora es práctica, pero mezcla en pulsos cortos para evitar espuma. Después, pasa todo por un colador fino al molde, un paso sencillo que asegura una textura cremosa y sin burbujas.

¿Cómo sé que está en su punto?

Observa los bordes firmes y el centro con un leve temblor. Al insertar un cuchillo, debe salir húmedo, sin líquidos claros. Recuerda que al enfriar termina de asentar. Un reposo largo en la heladera fija la textura sedosa y facilita un desmolde perfecto.

Este pudim de leite condensado, horneado con calma y cariño, resume la dulzura de nuestra mesa brasileña. Con caramelo brillante y una miga lisita, es el postre que nunca falla. Anímate a prepararlo y comparte una rebanada generosa con quien tengas cerca.

Datos de la receta